Es un trastorno de ansiedad infantil que consiste en una dificultad para comunicarse verbalmente en entornos y situaciones poco familiares o con personas poco conocidas.
A pesar de que el niño posee una competencia lingüística y comunicativa adecuada para su edad, esta competencia se manifiesta en el entorno familiar pero no en situaciones ni con personas desconocidas.
El mutismo selectivo conlleva altos niveles de sufrimiento personal y tiene como consecuencia importantes problemas de adaptación al entorno.
Os dejamos una guía completa de detección precoz e intervención.
Fuente: CREENA de Navarra